No es que Martino esté al nivel de Guardiola (que ni él ni nadie es capaz de lograr lo que logró Pep), pero lo prefiero. Eso sí, cruzo los dedos para que Scolari siga siendo seleccionador de Brasil después del Mundial y no termine poniéndole Sandruscu en el banquillo del Barça, que es lo que más temo desde que llegó a la presidencia. Ojalá hubiese un número máximo de legislaturas para la presidencia de la FIFA y demás organismos deportivos.